El 6 de julio de 2017, el Secretario de Educación Pública informó que “en el tema de la educación sexual se ha mantenido la reforma en los años 90, bajo el criterio de los especialistas que trabajaron en las reuniones –que ustedes conocieron-, que trabajaron en los planes y programas de estudio determinaron que no se necesita un cambio. Que no estamos en un momento que requiriera una actualización.

Yo, Vicenta, estoy totalmente en desacuerdo con la decisión tomada por la SEP. Ya es tiempo que en lugar de reprimir la educación sexual se manifieste respecto a la relación entre el incremento de embarazos en adolescentes, abusos sexuales –incluyendo la trata de personas, y el bajo nivel de educación sexual que la SEP sigue promoviendo –o rezagando.

Son programas que estaban funcionando bien y se van a mantener tal cual están hoy en día. La educación inicia en cuarto de primaria, apropiadas, de acuerdo con la edad del niño y va evolucionando. En esto no hay cambio y, como lo dijimos, la visión del nuevo modelo educativo es inclusiva y una construcción de tolerancia”.

El día 13 de marzo de 2017 fue presentado por el Presidente de la República y el Secretario de Educación Pública, el Modelo Educativo 2018. En él se plantean los cinco ejes que rigen al nuevo modelo educativo, que entrará en vigor en el ciclo lectivo 2018-2019.

I. Escuela. Se plantea un sistema educativo horizontal, con autonomía, con participación de alumnos, maestros y padres de familia. Parte de un enfoque humanista y toma en cuenta los avances en los estudios del aprendizaje. Esto, para mí, significa estar, además de bien informados, abiertos a recibir los cuestionamientos de nuestros niños/niñas, dar respuesta con bases científicas, libre de prejuicios y con base en los derechos sexuales.

II. Planes de Estudio. En los que se comprende como puntos clave la enseñanza del lenguaje, el pensamiento matemático, la formación cívica y la ética. Hasta la edición 2010 que es la que seguirá distribuyendo SEP para el ciclo 2017-2018, los temas de sexualidad están en los libros de formación Cívica y ética. Desde mi punto de vista, dejan mucho que desear en cuanto a la calidad de los dibujos y explicaciones con los que intentan cubrir esta materia. Recordemos que la educación sexual es un derecho humano y no debemos negarlo a nadie.

 

III. Maestros. Se propone la evaluación académica de los profesores, su profesionalización, que les permita obtener mejores salarios a partir de su desempeño. Mientras el gobierno se sigue distrayendo con este tema de los maestros y maestras, nuestros niños y niñas continúan sin la educación sexual oficial que les permita construir una sexualidad responsable y congruente con sus valores. Ojalá y en el hogar estén trabajando la información.

IV. Inclusión y equidad. Se trata de crear condiciones para garantizar acceso efectivo a una educación de calidad y reconocer distintas capacidades, ritmos y estilos de aprendizaje de los alumnos y destinar mayores recursos educativos a la población en condiciones de vulnerabilidad. Sin duda, ser niño/niña en este país, ya es una condición de vulnerabilidad ante la falta de límites y educación que debiéramos impartir desde preescolar. Llama mi atención que uno de los temas que más inquieta a MAPAS (mamás/papás) es el de cómo prevenir el abuso sexual. Pero muy pocas personas pregunta cómo podemos evitar que quienes hoy son menores, se conviertan en abusadores(as) sexuales. Estoy convencida que el tema más polémico de estos tiempos es el de la diversidad familiar y sexual, relaciones entre personas del mismo sexo y su derecho a adoptar niños(as). Como este eje se refiere a la inclusión y equidad, entonces estos temas deberán estar incluidos en los libros de texto 2018-2019. Y durante todo este tiempo que falta para conocer los libros de texto 2018-2019, cómo nos percibirán nuestros niños, niñas y adolescentes? ¿Incapaces de darles la educación sexual oportuna y congruente con su desarrollo?.

V. Gobernanza del sistema educativo. Se resalta la participación de maestros, educandos, padres de familia, gobiernos, organizaciones no gubernamentales, legisladores y el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE).