Escuchan una gran cantidad de información –mucha llena de prejuicios y mitos que obstaculizan la responsabilidad de su sexualidad. Es una gran oportunidad darles la
información, para que, cuando vivan la presión social con los amigos, tengan la capacidad de ser asertivos y evitar experiencias de riesgo.

Hay que hablarles acerca de que su cuerpo ya está en pleno desarrollo y su responsabilidad es cuidarlo; saber diferenciar entre juego, bullying, accidente, broma y abuso sexual.

Cada día, a más temprana edad, hay que hablar de diversidad y tolerancia sexual. Ya muchos niños y niñas desde preescolar preguntan por qué se besan dos hombres, o por qué se abrazan como novias dos mujeres. Mientras más tempranamente hablemos de diversidad, mayor respeto tendrán al relacionarse y podremos bajar el alto índice de homofobia en nuestro país, que ha ocasionado suicidios en algunos adolescentes.

 

Otro tema polémico: riesgos en sexualidad: pornografía, alcohol, tabaco y otras drogas.

Hablar de los riesgos es prevención y forma parte de la educación sexual. En esta etapa podemos observar cómo pasan, de los comentarios de guácala a ¿Puedo tener novio(a) a mi edad? ¿Qué es un condón y para qué sirve? Sé que algunas personas pensarán en este momento que sus hijos e hijas son diferentes y no tienen todas estas inquietudes.

Puedo compartirles que en mis 29 años de experiencia he podido observar año tras año, la enorme diferencia que hay entre lo que los adultos creemos que saben los niños y lo que ellos hablan a solas o durante alguna de mis talleres de educación sexual. El que nuestros niños tengan cuestionamientos no significa que hayan perdido la inocencia, sino que demandan información para disminuir la ignorancia y construir una sexualidad responsable.

Como todo en la vida…toma lo que te sirva y
lo que no, déjalo ir .